Salvador Dalí: "Dalí es un puerco porqué los puercos nunca retroceden"

Salvador Dalí, pintor y escritor nacido el 1904 en Figueres. Hoy intentaremos saber más
del artista que llena las salas de su museo con obras de arte surrealistas propias de ideas rebuscadas y delirantes.

- ¿Usted ha querido ser cocinera, Napoleón y Dalí. Que quiere ser ahora?
- Quiero ser Dalí. Aún no lo he conseguido.
- ¿Cómo definiría a Dalí?
- Dalí es un puerco, porqué los puercos nunca retroceden. Yo voy más allá, voy hacia el plus ultra!
- Y como siempre, imagino que de la mano de su esposa Gala,¿ no?.
- Efectivamente. Gala me apoyó en el pasado y lo sigue haciendo ahora. Es mi musa, la protagonista, la modelo para mis obras. De hecho, me quiero volver a casar con ella, ahora que todos se divorcian. Me gustó mucho la primera vez.
- ¿Y cómo definiría su obra?
- Antes era Surrealismo ahora, “heureca”! a mi obra le llamo Hiperrealismo Metafísico. He logrado empezar la pintura más lejos del mismo marco. Todo lo que va por detrás del horizonte físico, es metafísico.
- ¿Tienen que ver aquí, las influencias de todos los ismos de las vanguardias, que tanto le fascinaron?
- Sí, los ismos me ayudaron a encontrar a Dalí. Pero ahora Dalí va hacia el plus ultra y vuelve a lo clásico. Cada vez me gusta más Velázquez.
- ¿Por qué cree que Dalí avanza hacia lo clásico?
- La idea de la muerte me obsesiona. Siempre ha sido así porqué yo tuve un hermano que murió. Se llamaba Salvador, y mis padres me nombraron así por él. Siempre he tenido que hacer grandes esfuerzos para diferenciarme de mi hermano muerto. Lo clásico me tranquiliza.
- ¿Le da miedo la muerte?
- No, cada vez tengo más fe en el catolicismo y creo en la inmortalidad del alma. Por eso Dalí siempre avanza. Nunca para o retrocede.
- ¿Ha logrado de esta forma su perfección?
- La perfección no existe. El éxito de mi carrera es excesivo, como todo en mi, pero no es perfecto.
- ¿Es feliz sin lograr la perfección en su obra?
- Por supuesto. Soy feliz con mi esposa Gala de la misma manera que lo soy cuando las moscas llegan hasta mi moca y las aprieto con los labios para que muevan las alas y me provoquen ese cosquilleo. Sublimo todo lo vil.
- ¿No ha nombrado la pintura en esta última lista. Porqué?
- Porqué a los pintores se les considera tontos. Prefiero escribir. A los escritores se les considera más cultos, y yo lo soy.
- ¿Seguirá pintando?
- Por supuesto, tengo que ir completando mi museo de Figueres.